Sigue la payasada en Honduras, parece que es la novela sin fin. Ahora la payasada es protagonizada por los payasos mayores, algunos de los flamantes, dignos y honorables diputados del Congreso Nacional de la República.
Me produce enojo y tristeza ver como 5 diputados se las ingeniaron para desviar dinero del pueblo hondureño, si dinero suyo y mio, a sus cuentas bancarias. Y mas enojo me produce ver que las personas encargadas de entregar esos fondos ni si quiera se molestaron en investigar la autenticidad y legalidad de la ONG que utilizaron, la cual según el FOPRIDEH ni si quiera esta registrada.
Se estará preguntando usted ¿Como lo hicieron? Pues fácil mi estimado hondureño. Estos 5 personajes solicitaron fondos tanto a la Secretaria de Finanzas como al Congreso Nacional para proyectos sociales a ser desarrollados por la ONG de nombre Asociación Nacional de Productores E Industrias de Barrios y Colonias de Honduras. No se si a usted estimado lector le pasara lo mismo que a mi, nunca había escuchado de dicha ONG y mucho menos de una obra social que realizaran.
Pero el drama no termina aquí. Luego dicha ONG por medio de dos personas de las cuales aun no sabemos los nombres (en mi opinión a saber parientes de que político de turno serán), desviaron los fondos recibidos a las cuentas personales de estos 5 honorables diputados: HECTOR PADILLA, AUDELIA RODRIGUEZ, AUGUSTO CRUZ ASENSIO, DENIS SANTOS Y ELEAZAR JUAREZ. Además desviaron fondos a otras ONG's y a personas particulares.
Me pregunto, ¿Desde cuando el dinero destinado a una labor social se deposita en las cuentas personales de personas y no en las cuentas de la asociación o fundación que va a ejecutar el proyecto?
Ahora entiendo la moción hecha en el Congreso por el diputado nacionalista suplente, aquel que se hizo famoso porque nunca en su vida había asistido al Congreso a una sesión en su calidad de suplente y solo llego a meter el gol. No menciono el nombre porque no me interesa, y eso le quita espacio a mi memoria a cosas de mayor sustancia e importancia. Pero dicho sujeto bien ávido y seguro propuso se redujeran las penas por malversación de caudales públicos y enriquecimiento ilícito de 9 a 6 años. Si, las ratas se estaban cuidando unas a otras.
Lo irónico de todo es que después de encontrar la evidencia del delito, y ser presentada y anunciada por la MACCICH y el Fiscal General de la República, los 5 diputados antes mencionados no vean ni un tal solo amanecer dentro de una celda y de ser hallados culpables cumpliraran una condena pírrica si no es que los mandan para sus casas con una palmadita en la mano y un no lo vuelva a hacer.
Este tipo de personas que se supera y logra tener posesiones materiales robándole al pueblo, son la escoria mas grande de la tierra, se encuentran al mismo nivel que un sicario o un marero.
Debería de existir una ley en donde el castigo después de cumplida su sentencia justa en una cárcel, sea llevar la marca de su robo en el pecho, igual que en la famosa novela del celebre Nathaniel Hawthorne, La Letra Escarlata. Así todo el pueblo al verlos va a saber que son unos ladrones, la pena de salir en publico con esta mancha les duele mas a este tipo de personas que cualquier condena de cárcel que les pueda recetar un juez, y ¿saben porque? Simple, roban porque jamas valiéndose por ellos mismos van a lograr amasar la cantidad de dinero que generan gracias a sus puestos de diputados, ya que muchos ni un pinche titulo universitario tienen, quieren pertenecer a un sociedad pudiente por medio del dinero robado, ya que según ellos el dinero les da estatus, mas no saben que la clase y la fineza nunca la van a tener porque con eso se nace, no es algo que se aprende en el camino.
Y que conste, repito, no tiene nada que ver con el dinero, conozco personas que ganan un salario mínimo que tienen mucha mas clase, dignidad, honorabilidad y fineza que muchos que ganan salarios de mas de 5 dígitos al mes.
MalenaBF
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