Es difícil ver la situación que se vive a diario en nuestro país. Es difícil ver como día a día, la delincuencia, el odio, las drogas, el asesinato, la codicia y el irrespeto por los seres humanos y animales se apodera de nuestra Honduras y del mundo.
No entiendo como hemos permitido que todo lo anteriormente mencionado se haya convertido en nuestro diario vivir. ¿Dónde quedaron los días en los que uno podía circular por las calles de nuestro bello país, sin temor a que en la esquina de la casa o en la parada de un semáforo te asesinaran a sangre fría? ¿Dónde quedaron los días en que los niños y jóvenes se iban caminando solos a la parada del bus sin temor alguno a ser secuestrados? ¿Dónde quedaron los días en que te sentías seguro de estar en tu casa, sin temor a que alguien entrara, te amarrara y se llevara todo lo que en tu casa había?¿Dónde quedaron los días, en que los niños podían salir a jugar a la calle, chimiricuarta, fútbol o escondite, sin temor a sufrir algún tipo de daño? ¿Dónde quedaron los días en que con mucho esfuerzo podías abrir tu propio negocio y prosperar sin miedo a que te llegaran a cobrar el impuesto de guerra? ¿Dónde quedaron los días, en que los ciudadanos hondureños podían usar el transporte público, sin temor a ser víctimas de un asalto o peor aún una masacre? ¿Dónde quedaron los días, en que los profesionales del derecho podían ejercer su profesión, tomar acciones y luchar por la ley y la justicia, sin temor a sufrir represalias en contra de sus vidas?
Podría ser que esos días, no sean más que una ilusión en mi cabeza, un sueño loco que tuve, algo que soñé haber vivido y fue tan real que mi cerebro lo registró como tal.
Recuerdo que antes, los ciudadanos eran víctimas de asaltos comunes, asaltos en los cuales eran despojados de sus pertenencias materiales, y cuando esto sucedía, era muy común escuchar la siguiente frase: ¨Gracias a Dios, solo fueron cosas materiales y no me paso nada, lo material se repone¨... Y ahora? Ya no nos preocupa que nos asalten en plena calle, ahora la preocupación es que nos maten en un semáforo mientras esperamos la luz verde, la preocupación es ser secuestrado mientras se va a trabajar, la preocupación es perder la vida de manera violenta en las calles de nuestro país, y convertirnos en una estadística más de la dantesca situación de seguridad que vivimos los hondureños.
¿Cuándo fue que nos dejó de preocupar la seguridad de nuestras calles y de nuestros ciudadanos? ¿Cuándo fue que permitimos que gente ajena a nuestro suelo se infiltrara y usara nuestra bella Honduras como mula para pasar drogas? ¿Cuándo fue que permitimos que grandes capos de la droga, vinieran y adquirieran propiedades y construyeran haciendas en los lugares más bellos de nuestro país, y luego los ensuciaran con las actividades del temible narcotráfico, con asesinatos y con lavado de dinero?
Que pasó con nuestras autoridades, los hombres respetables por los cuales cada 4 años vamos a las urnas a votar, a los cuales elegimos para que nos ayuden a mejorar la calidad de vida, y la situación global de nuestro país. Hay 3 cosas esenciales que los hondureños necesitamos con urgencia: Salud, Educación y SEGURIDAD. El pueblo lo sabe, ¿Cómo las personas que nos gobiernan y que tienen en sus manos el poder no lo pueden ver?
¿De qué sirve andar en grandes viajes, promoviendo el turismo en nuestro país, si la delincuencia en el mismo parece un brote de cólera? ¿De qué sirven las ideas de realizar famosas ciudades modelos, si dentro de un año nuestra población estará extinta como dinosaurios por tanto asesinato y no quedaran quienes vivan o trabajen en ellas?
Creo que ahora las prioridades en las necesidades del hondureño han cambiado drásticamente. Lo que nos interesa y lo que queremos es seguridad en nuestras calles. Es tiempo que tanto el pueblo como sus autoridades nos pongamos firmes y luchemos por esta necesidad, ya no podemos seguir permitiendo que nuestro bello país siga siendo manchado por tanta matanza y tanto asesinato, ya no nos podemos permitir vivir en la zozobra y ser reinados por la delincuencia.
Sueño poder trabajar por una Honduras que ofrezca un mejor futuro a las nuevas generaciones. Sueño poder vivir en paz en mi país, sueño que mis hijos puedan vivir, jugar ir al escuela sin temor como lo hice yo alguna vez, sueño ver a mi país en los titulares de los grandes periódicos o noticieros del mundo, pero no como uno de los países más corruptos o más violentos del planeta, si no como un país innovador de grandes riquezas y bellezas naturales, cuna de los Mayas, casa de culturas vivientes, tierra de gente honesta y trabajadora.
Dicen que soñar no cuesta nada, y que este mundo está hecho para los soñadores, tal vez si todos pudiéramos soñar lo mismo, y cada quien pusiera el granito de arena que le toca este sueño si se podría hacer realidad. No viva quejándose, conviértase en actor no solo en espectador, sea buen vecino ( a menos que su vecino sea narco, marero u otro, llame al 911 y denúncielo), no maltrate a los niños ni a los animales que ve en la calle, muestre compasión, denuncie actos de corrupción y no se preste a la corrupción, exija a las autoridades que le den cuentas por los impuestos que paga, no se deje dorar la píldora por palabrerías de políticos baratos, piense antes de votar, su voto es valioso, no lo ejerza en favor de un color, ejérzalo en favor de una persona que haya demostrado que se lo merece, no porque sale en la televisión, porque jugo en la Selección Nacional, porque un día le dio una bolsa de comida, piense y analícelo bien, que de las personas que nosotros escogemos como autoridades dependen muchas cosas, entre ellas el futuro y el desarrollo de este bello país.
MalenaBF
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